Un verdadero ciclista le pide a su bici que le transmita sensaciones, que se convierta con él en parte del paisaje, que sea cómplice de su fatiga, que le lleve al lugar en el que cambia el horizonte. En resumen, que sean uno. Así es el alma de la todoterreno Wilier Triestina: tecnología que pega fuerte, que emociona al que practica competición extrema en todo tipo de terrenos y también al que practica deporte en su tiempo libre.